LA DIFERENCIA ENTRE PROBADO Y TENTADO II

INTRODUCCION:


Para hacer un repaso de la semana pasada sobre el tema la diferencia entre la prueba y la tentación. Dijimos que la prueba nos lleva o nos conduce hacia la perfección.

Cuando hablamos de Pruebas nos referimos a circunstancias externas, conflictos, sufrimientos, y tribulaciones que enfrentamos todos los hijos de Dios todos los días.

Según Santiago cap. 1 v2 considérense dichoso cuando sean probados” en otras palabras bendecidos o alegres.

Dijimos también que la tentación siempre procede de nosotros mismo o mejor dicho de nuestra concupiscencia o carne o pasiones internas, mal criadas o mal formadas desde nuestro desarrollo como persona.

DESARROLLO
1 Corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.

Aunque el Apóstol Pablo está hablando en este capítulo sobre la idolatría es importante saber que la idolatría es cuando algo o alguien ocupa el lugar que le corresponde a Dios en tu vida. Cuando cedemos a la tentación dejamos que eso que nos domino que nos sedujo que nos venció ocupo el lugar de Dios.


1. La tentación nos roba la atención y una vez es cauterizada estamos perdidos.

La diferencia entre la prueba y tentación en este punto es que Dios en la prueba el enfoque es él y en la tentación el enfoque eres tu mismo.

1 Pedro 1:7 “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”

Aquí la palabra prueba de vuestra fe “significa ser probado o aprobado” esta prueba de meter el oro en el crisol a grandes temperaturas era para verificar si la monedas eran genuinas o falsas. Muchos falsificaban monedas y había que verificar si eran reales.

¿Cuál es el propósito de la prueba? Limpiar y refinar/ Refinamientos de los metales es desde la antigüedad. Ellos tomaban el metal y lo metían en un horno a altas temperaturas y el metal se le caía la escoria, el sucio y quedaba limpio. Porque el calor hace que se caiga la escoria.

Dios a cada uno de nosotros nos refina como él quiere a través de pruebas.

Proverbios 17:3 El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; Pero Jehová prueba los corazones.

Pruebas permitidas por Dios para probar la fe de algunos:

• Abraham, que fue probado a sacrificarle a Isaac (Gen. 22).

• Pedro, probado cuando el Señor Jesucristo fue arrestado (Lucas 22:31-34). «Simón, Simón, mira que satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo.32 Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.»

La providencia de Dios en las pruebas. —Muchas veces Dios nos lleva por pruebas por diferentes razones:

• Para prevenir problemas.

• Para iluminar el camino de Dios a aquellos que todavía no ven, y que mejor historia que la del esclavo Onésimo, y su amo Filemón (Filemón 1-25).

• Y como ya he dicho antes, para fortalecer nuestra fe.

La prueba de nuestra fe no tiene otro objetivo que hacer del cristiano un hombre aprobado (2 Timoteo 2:15). “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.” Pero me encanta la versión de la Biblia de las Américas: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.”

2. La tentación arrastra y seduce (Santiago 1:13-15).

“Que nadie, al ser tentado, diga: “Es Dios quien me tienta.” Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. 14 Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen.15 Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte.”

Esta abarca los sentidos tan común del ser humano como: la vista, el oír, el olfato, y el tacto, pero también es interna. Noten que Santiago no culpa al diablo por ser tentados.

Según el Texto que hemos leído, la tentación es producto de nuestra propia pasión, o concupiscencia. El hombre es tentado al mirar a una mujer y tiene que cuidarse de los malos deseos.

Pero la tentación a hacer el mal no es solo sexual. Como ejemplo: la envidia induce a la tentación. Del corazón salen los malos pensamientos (Marcos 7:21–23). “Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, 22 la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. 23 Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona.”

“Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?” (Jeremías 17:9).

EN CONCLUSION:
El hombre puede ser tentado en su corazón para hacerle daño a una persona, pero puede ser tentado en un momento de pasión también para hacerle daño a alguien.

El ser tentado no es pecado, el problema es ceder a la tentación.

“…no se engañen” (vv. 16-17). Es muy claro que la tentación mencionada aquí, no proviene de Dios, sino que de nuestra propia pasión, o concupiscencia. Por esa razón, dice: “no se engañen.”

Muchos se engañan a sí mismo, queriendo quitarse la responsabilidad del pecado al excusarse que todo obra para bien. Otros después de caer en pecado, culpan a diablos, espíritus y segundas personas. Y otros culpan a Dios indirectamente.


Recordemos, que somos probados para nuestro propio beneficio, y al vencer las pruebas y tentaciones de esta vida, seremos aprobados.


Es usted Bendecido,

Pastor Ramón L. Santiago